Para muchos de nosotros, el pensamiento de iniciar un negocio es emocionante, y doblemente cuando lo pensamos llevar a cabo con alguien de nuestra familia a quien admiramos y apreciamos tanto como son nuestros hermanos. Para otros, sin embargo, el tema es totalmente una pesadilla.
¿cómo le hacen, entonces, aquellos que han creado y mantenido una empresa con su hermana o su hermano por tanto tiempo y con tanto éxito? ¿qué se puede absorver o que se puede aprender de tantas historias que vemos, incluso en TV?
Son muchos factores los que juegan un gran papel en el éxito y la satisfacción al tener este tipo de negocios, pero algunos de los que consideramos importantes tienen que ver con cosas tan sencillas y claras a simple vista como son las habilidades, las metas compartidas y el nivel de confianza.
Las habilidades complementarias son llaves al éxito.
Como hermanos o hermanas emprendedoras, se debe estar claro el rol y las habilidades individuales de cada uno al momento de seleccionar que posición jugará en lo que compete a su responsabilidad y entrega de servicios en el negocio. No solo es necesario saber qué es lo que quieren hacer sino también traer a la luz el set de habilidades que se tienen en un momento determinado para cada proyecto específico. Las relaciones de hermanos que más suavizan las arduas labores y trabajos en el negocio son cuando ellos estan claros de lo que son capaces de lograr como indivuales al igual que como parte de un equipo; ambos toman y dan ventaja a cada uno.
Las metas compartidas son mucho más satisfactorias.
Definitivamente, cuando iniciamos un negocio con otras personas lo hacemos porque esperamos dar de nuestra mejor parte y recibir la parte de la otra persona que ayudará en pro al éxito y logro de las expectativas del negocio. Ello no cambia al ser un negocio entre hermanos. Como hermanos dueños de un negocio, hay pautas que establecer, reglas que seguir y conversaciones que mantener al momento de decidir quién hará que cosa, cuándo y qué es lo que se espera de cada una de sus actividades. Así como se esperan compartir los logros, tambien en necesario esperar que sea asignado lo que le corresponde a cada persona por hacer. Igualmente, el nivel de competencia individual no debe ser un factor de preocupación cuando la meta es a beneficio mutuo; se trabaja con objeto de apoyar en las partes débiles del otro y con un sentido de progreso.
El nivel de confianza es innato y prácticamente incondicional.
A diferencia de las sociedades en donde los miembros no tienen lapsos familiares, una de las ventajas que tienen los hermanos es el nivel de confianza. Son tantos los años que se han compartido en varias faces de la vida, expericiencias a nivel profesional y personal que han pasado, que es muy probable el sentirse en un nivel donde se crea conocer al hermano/a muchísimo – tanto así, que las mentalidades se alinean mucho más rápido, y la toma de decisiones es mucho más efectiva. El nivel de confianza no solo se ha estrechado por conocerse desde mucho tiempo sino también por estar conscientes de la energía, el tiempo y los recursos que ambos hermanos han puesto y dedicado en el negocio.
Con pesadilla o emoción, son miles de negocios que se han echado a andar por el deseo de emprender y crear una diferencia en como vivimos. Y tú que nos estas leyendo, y que podrías tener un negocio con tu hermano o hermana, ¿te atreverías a contarnos que ha funcionado para ti y que valor crees ha agregado en tu relación familiar?